¡Cristo ha resucitado !

« El sentido bíblico de la Resurrección  no es solamente un volver a la vida, no es la reanimación de un cadáver. No es, tampoco, la continuidad de la existencia de un alma inmortal. La resurrección es una nueva vida más allá del tiempo y del espacio, pero existiendo como “persona”, como lo vemos en Jesús. Es, también, el símbolo de la transformación de los discípulos que experimentan una nueva vida, vida que brota de la presencia de Dios en Cristo resucitado. Pablo de perseguidor se convierte en apóstol; los discípulos se transforman en hombres y mujeres impregnados de Espíritu de Jesús y dispuestos a compartir su mensaje y su misión.Jesús vive las primicias de una resurrección prometida  a todos los que le pertenecen. La vida nueva es, ahora,  una realidad para los creyentes. Como indica Pablo en 1 Cor 15,12-19,   hay una relación directa entre la resurrección de Jesús y nuestra resurrección.

En un universo que emerge, la resurrección de Jesús es la presencia de Dios  que se despliega en el interior de Jesús  y le transmite una nueva profundidad de vida con Dios. La resurrección es el amor extravagante de Dios  que transforma no sólo la persona individual de Jesús de Nazareth, sino también la nuestra , con una mayor profundidad de consciencia. La resurrección  es la presencia de Dios que se despliega  individualmente en cada persona y es también una nueva relación interior con Dios.

La resurrección es un símbolo revelador en en el sentido de que  experimentamos una nueva dimensión de la presencia de Dios en nosotros. La  resurrección es, también, redentora  en la medida en que experimentamos una nueva profundidad de vida  que se manifiesta en la reconciliación, la curación y la liberación de toda la comunidad terrestre. La resurrección produce una red de relaciones profundas, más amantes de toda la comunidad humana, porque volvemos a la vida y entramos en la plenitud de ella.

Cletus Wessels  Jesus in the new universe story p.109
  (trad de l'anglais)

« …Ya no tenemos que hacer más que recogernos en la presencia del Señor resucitado que nos revela un universo totalmente libre penetrado de espíritu y vivificado por el Amor. Que allá donde estemos y halla donde nos encontremos hoy,  tengamos el coraje de “empezar” una vez más, que este día no sea igual al  de ayer, que tengamos la voluntad de despegarnos, de hacer de cada instante de nuestra vida algo bello, que irradie más, más entregado, para que por esta ofrenda,  el universo entero se convierta en ofertorio.”

Maurice Zundel
Ta Parole comme une source p.324