ÚLTIMAS CELEBRACIONES DE LOS 150 AÑOS EN SRI LANKA

Las Hermanas de la Sagrada Familia finalizaron la celebración de los 150 años de presencia en Sri-Lanka con una Misa solemne de acción de gracias celebrada en la catedral de Jaffna, presidida por el nuncio, concelebrada por otros obispos, el coordinador de los Sacerdotes Asociados, Padre Nicholas, el Provincial de los Oblatos de María Inmaculada, y otros sacerdotes de diferentes diócesis que se unieron a la celebración.

ÚLTIMAS CELEBRACIONES DE LOS 150 AÑOS

DE PRESENCIA DE LA SAGRADA FAMILIA 

EN SRI LANKA

 

 

Las Hermanas de la Sagrada Familia finalizaron la celebración de los 150 años de presencia en Sri-Lanka con una Misa solemne de acción de gracias celebrada en la catedral de Jaffna, presidida por el nuncio,  concelebrada por otros obispos,  el coordinador de los Sacerdotes Asociados, Padre  Nicholas,  el Provincial de los Oblatos de María Inmaculada, y otros sacerdotes de diferentes diócesis que se unieron a la celebración. También nos acompañaron estudiantes de las diferentes escuelas cercanas, representantes de las cinco vocaciones de la Familia, y  delegados de las diferentes parroquias donde las hermanas colaboran  en la pastoral.

 

Se comenzó la Eucaristía una procesión desde la capilla del Obispo hasta la Catedral. Allí dieron la bienvenida al Nuncio que presidía la celebración según la tradición tamil: Arathi y un “Nirai Kudam” símbolo de las abundantes bendiciones de Dios sobre él. En la Catedral se puso una placa conmemorativa donde se representaba al Obispo que nos recibió en Sri Lanka y a las seis primeras hermanas en el barco en el que viajaron durante 45 días. La Hermana Yolanda Mathias, Provincial de Jaffna llevó al altar el cirio pascual encendido.

 

Unas palabras de introducción a la Eucaristía, pronunciadas en Tamil y en inglés, transmitieron el tono en el que se desarrollaría esta jornada. Os ofrecemos algunos pasajes:

 

Distinguidos celebrantes, hermanos y hermanas, esta solemne reunión nos invita a recordar algunos acontecimientos que se citan en la Sagrada Escritura. Se celebraban  cuando el pueblo se reunía  para dar gracias a Dios por su protección divina, y  de su historia sagrada. Uno de estos acontecimientos se narra  en 1Crónicas 16,6-12:  David, rey y profeta trajo el Arca de la Alianza y la colocó dentro de la tienda que había levantado especialmente para este fin. Ofreció sacrificios en acción de gracias, holocaustos y ofrendas de paz. Luego llamó a Asaf, el principal de sus músicos,  y al coro para cantar el salmo de acción de gracias con liras, arpas, trompetas y platillos.

 

Con los mismos sentimientos de asombro, gratitud y alegría, nosotros, los miembros de la Sagrada Familia: Asociados laicos y Sacerdotes, Religiosas apostólicas y contemplativas, junto con todos ustedes, el pueblo santo de Dios, damos gracias, a Quien debemos toda alabanza, con las mismas palabras de David:

"Den gracias al Señor, invocad su nombre, y proclamar sus hazañas a los pueblos.
Cantadle, cantad sus alabanzas; hablad de todas sus maravillas.

Gloria a su nombre santo, que se alegren los que buscan a Yahweh,  buscadle, ¡alegraos en Él!”

 

Con profunda gratitud, recordamos a Monseñor  Orazio Bettachini,  Vicario Apostólico del Vicariato del Norte y a su sucesor, Monseñor  Etienne Semeria Oblato de María Inmaculada,  que con su celo ardiente vio la necesidad urgente del desarrollo y la  educación de las mujeres y las niñas en este Vicariato. Monseñor Bettachini en 1845 abrió escuelas para niños y niñas, confiando las de chicos al Señor Patrick Foy, un caballero irlandés. Y las  de las niñas a la señora Mary Anne O'Flanagan, esposa de un oficial del ejército irlandés.

 

A Monseñor Semeria OMI le tocó llevar a cabo el proyecto de traer misioneros para que se ocupasen de la educación de la juventud. En 1858 los dos Fundadores el de las Hermanas de la Sagrada Familia, Pedro bien venido Noailles, y el de los Oblatos de María Inmaculada, San Eugenio de Mazenod firmaron la afiliación de la Congregación de la Sagrada Familia a los Oblatos de María Inmaculada. Esto facilitó la realización del proyecto. Se escogieron las misioneras entre las Hermanas de la Sagrada Familia y se les proporcionó una preparación intensiva en Martillac, centro espiritual de la Sagrada Familia.

 

En 1861, Monseñor Semeria asistió al Capítulo General  de los Oblatos, donde se eligió al sucesor de Monseñor de Mazenod. De regreso a Sri Lanka, pudo llevar consigo a dos hermanos irlandeses, para dirigir las escuelas de los chicos. Además  dos Sacerdotes y seis  hermanas de la Sagrada Familia embarcaron en Marsella. Todos llegaron a Jaffna el primero de noviembre. Su llegada, la cálida bienvenida que se les dispensó, su servicio generoso y desinteresado en Sri Lanka,  ya son historia, pero están impresos con letras de oro en el Libro de la Vida.

 

Oblatos de María Inmaculada, sacerdotes diocesanos, todos los católicos y personas de todas las religiones, antiguas alumnas de todas las Escuelas de la Sagrada Familia, al conmemorar los 150 años, de presencia de la Sagrada Familia en esta tierra, suplicamos al Dios Todopoderoso nos conceda una nueva  energía para los años venideros.

Concluimos con las palabras desafiantes de nuestro Fundador, el Venerable Pedro Bienvenido Noailles, que inspiraron y sostuvieron a las misioneras,  y que siguen dándonos  vida a nosotros hoy,  y seguirán dándonosla  en el futuro.

 

"Ahora nada puede detener vuestra carrera: ¡seguid adelante!, creced en número y en virtudes, y derramen vuestras manos por doquier la divina simiente de las buenas obras y del buen ejemplo…”

 

Ruego a Dios que nos llene, una vez más, del Espíritu de Solo Dios,  espíritu de caridad universal, para caminar fielmente siguiendo los pasos de Jesús, María y José y de todas nuestras predecesoras que trabajaron desinteresadamente, sin descanso, y con alegría para propagar el Reino de Dios en nuestra tierra.

 

La misa fue en Inglés y Tamil con el himno y las oraciones de los fieles en los tres idiomas, Inglés, tamil y cingalés. El Nuncio Apostólico, en su sermón basado en el Evangelio, nos dejó un mensaje alentador, haciendo hincapié en la necesidad de aferrarse a Dios, que es fuente y fuerza de una vida fructífera a través de la oración y la Palabra. Monseñor Thomas Savundranayagam subrayó el Año de la Fe y la llamada de la Iglesia a profundizarla y fortalecerla en la vida diaria, para responder a las situaciones que enfrenta nuestro pueblo.

 

Al final de la Misa, el Nuncio impartió la bendición apostólica. El Señor  Francisco José pronunció unas palabras de agradecimiento e invitó a los participantes a unirse a la familia de Pedro Bienvenido  Noailles en la comida de hermandad, preparada en diferentes lugares.

 

Por la tarde los participantes se trasladaron a la universidad de San Juan para participar en un programa cultural. Se distribuyeron a los participantes recuerdos conmemorativos de este evento. El Nuncio Apostólico exhortó a promover el espíritu de familia para vivir en comunión.  Monseñor Thomas Savundranayagam, con el humor que le caracteriza,  hizo hincapié en la necesidad de dar un nombre cristiano a los niños para que les ayude  a seguir las huellas y los valores de su patrón, y a profundizar en la fe. Unas palabras  de agradecimiento del la Hermana Philip Jeevamalar, Consejera provincial ,  y un canto pusieron el punto final a esta jornada tan rica.

 

Bonaventian Bastian