1 de octubre: día internacional de las personas mayores

Soy mayor pero soy joven cuando veo en la cara que se inclina sobre mi tanta buena voluntad y deseo de encontrase conmigo.
Entonces con todo mi ser en admiración respondo con una sonrisa

1ro de octubre2009
Día Internacional de las personas mayores

Soy una persona de edad…pero soy joven
Soy mayor…pero soy joven  y vivo en una casa de retiro

Soy mayor, pero soy joven
y sin embargo tengo cabellos blancos
Mi frente está arrugada, como mi cara,
Mi gestos son más lentos, mi caminar vacilante,
Pero mi mirada es profunda,
Insistente, rica de mis largos años de vida,
De múltiples experiencias, de diferentes tipos de felicidad,
De dolorosas pruebas.

Soy mayor…pero soy joven…acogedora,
Cuando, por la mañana se abre una puerta en mi universo,
que es mi habitación,
Me gusta escuchar  un “buenos días” y mi nombre,
Invitándome a aceptar el día que comienza,
Sin duda, un poco misterioso, cargado de mis achaques,
Pero animándome a sonreír a pesar de todo,
Y a probar un poco de coquetería.

Soy mayor…pero soy joven y con energía,
Me gusta participar en algunas actividades,
Haciendo uso de mi creatividad,
Estimulando mis facultades envejecidas,
Invitándome a compartir con las otras residentes,
Desgranando nuestros recuerdos de juventud,
Descubriendo la riqueza de nuestros corazones.

Soy mayor…pero soy joven
y si a veces parece que estoy sumergida en el dolor ,
Y no puedo superar la dependencia
Pienso en los que están en torno a mí,
En todos los gestos respetuosos y discretos  de los que me cuidan,
En los miles de atenciones de que soy objeto,
Y me digo que debo aportar mi humilde contribución
A la construcción del mundo.

Soy mayor…pero soy joven por todo lo vivido
Que quizás no se pueda traducir en palabras y que parece apagarse poco a poco
Y exige mucha paciencia y comprensión
De parte de los que se relacionan conmigo;
Es entonces cuando mi mirada se hace súplica
Traduciendo mi sufrimiento, mi gran inquietud,
Y cuando una presencia silenciosa junto a mi es un tesoro.

Soy mayor pero soy joven cuando veo en la cara
Que se inclina sobre mi tanta buena voluntad y deseo de encontrase conmigo.
Entonces con todo mi ser en admiración
Respondo con una sonrisa murmurando:
“Toda persona es una historia sagrada
La persona es imagen de Dios.”

Josette Molinié

LA VEJEZ EN PARAGUAY

Comparto algunas impresiones que tengo al observar la situación de las personas mayores en mi país. Al hacerlo me surgen algunos sentimientos de tristeza y a la vez de preocupación.
Si bien mucha gente al hablar de los ancianos/as les atribuyen algunos adjetivos tales como: personas plenas, sabias, tiernas y amorosas… pero muchas veces todas estas palabras quedan en puros conceptos porque al mismo tiempo que se les valora y se les respeta por ser mayores y porque han dado su vida por sus hijos y sus nietos (muchas abuelas son madres de sus nietos), sin embargo hay algunos puntos que nos tienen que causar preocupación y tristeza.
En muchas familias, aunque más notorio en la ciudad,  al “abuelo” o la “abuela” cuando ya va perdiendo sus facultades físicas o a veces mentales… se le descuida mucho. He visto y escuchado por ejemplo a los hijos decir: “a la abuela la hemos separado en un una pieza aparte en el fondo para que esté más tranquila o que no la molesten los niños”. Lo que en realidad significa separarla para que ella no nos moleste con sus impertinencias y necesidad de cariño, de compañía y de cuidados. Y allí en su cuartito, muchas veces ella o él sufre la soledad, la tristeza y el sentimiento de que son más que “estorbos” para el resto de la familia que ciertamente hoy día con los enormes cambios sociales van adquiriendo un estilo de vida y una mentalidad muy distintos de hace una, dos o tres décadas.
En algunos casos aunque todavía pocos, se les confina en un asilo para dejarles allí abandonados y solos.
Pero lo más triste es que en nuestra sociedad en donde nuestro nuevo gobierno está queriendo introducir los tan mentados “cambios” prometidos, sin embargo los ancianos y las ancianas de hoy, creo que ya no van a ver esos cambios tan anhelados. En Paraguay no existe el sistema de seguridad social para la tercera edad. Eso hace más preocupante todavía la situación de nuestros hermanos/as ancianos/as – ellos/as tienen que pagar su último pasaje de autobús… Aunque ya se está implementando en el área de la Salud la atención gratuita para todos en los hospitales públicos, pero si una persona anciana necesita una operación o un medicamento más caro las cosas no son tan fáciles para sus familiares.
Por eso creo que existe como una contradicción entre lo que se dice de los ancianos/as y lo que se hace por ellos y con ellos. No obstante cabe destacar que en el campo todavía hay un poco más de estima y de cuidado por la abuela o abuelo. Pero sí da pena ver y analizar la situación de la vejez en Paraguay.

Daniela Muzzachi

Los ancianos en la sociedad de Sri Lanka

Una bonita tradición en las familias de Sri Lanka es la calidad de asistencia que proporcionan  a los ancianos. La mayoría de los ancianos del país vive en la familia con los parientes y amigos participan en las actividades remuneradas apoyándose mutuamente. Muchos hijos, ya  casados tienen un gran sentido de responsabilidad en relación con los padres. Les facilitan todos los servicios básicos tales como servicios sanitarios, alimento, vivienda…Los ancianos por su parte se comprometen a llevar a cabo actividades tales como cocinar, cuidar a los nietos mientras los padres están trabajando, acompañarles  a la escuela. En las zonas rurales ayudan mucho en las tareas de cultivo.

En la sociedad se les aprecia mucho y se les respeta como personas de muchos recursos humanos y espirituales, habilidades, experiencia y sabiduría. La tradición cultural y religiosa de Sri Lanka exige que  sea la familia, los parientes quienes cuiden a los ancianos. La relación sagrada entre los ancianos y el resto de la familia se expresa y se experimenta en el dar y recibir  bendición en los acontecimientos importantes de la vida. Podemos estar orgullosos de que los ancianos aún se consideran como custodios y transmisores del patrimonio cultural.

El gobierno de Sri Lanka dispensa a los ancianos diferentes servicios que son muy apreciados.. Organizaciones Internacionales y locales no gubernamentales desempeñan un papel vital ayudando al cuidado y bienestar de las personas de edad avanzada.

Es lamentable sin embargo constatar que va despareciendo en la sociedad el respeto y este vínculo fuerte entre las personas mayores y sus familias. Esto puede explicarse, por el gran cambio de la familia extensa a la familia nuclear. También es cierto que los rápidos cambios económicos en la sociedad moderna tienen su impacto. Otro factor que agrava la situación anterior es la migración, en especial  la de las mujeres que buscan puestos de trabajo para mantener a sus familias. En la actualidad, esto se ha agravado con la situación de postguerra, donde muchos ancianos se quedan sin hogar y solos.

 Sin duda, todo esto  retiene nuestra atención y nos llama a volver a nuestras raíces, las fuentes que nos han dado la savia de la vida;  haciéndolo    aseguraremos a los ancianos, una vez más, el lugar que les corresponde en la sociedad, en la familia y defenderemos su dignidad, con respeto y amor.

Dammika Fernando     

LOS ANCIANOS EN LA REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO
                                      

LOS ANCIANOS EN LA REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO

En África, y de manera particular en el Congo, los ancianos han tenido siempre un lugar especial en la sociedad. Por una parte están protegidos y son muy deseados porque encarnan la sabiduría; por otra, son mal vistos porque se sospecha que utilizan su inteligencia para hacer mal a los demás, según la concepción de la brujería. Estas dos opiniones están muy a menudo presentes en la sociedad.

Consideremos la primera  realidad: en un pasado cercano donde no se conocían ni la lectura ni la escritura los conocimientos sólo podían transmitirse oralmente. Los ancianos se basaban en referencias a seres naturales: un árbol, una roca, un río…y en los acontecimientos. Transmitían oralmente a las nuevas generaciones la historia de su clan, su aldea o  región. Eso se hacía a la sombra de los grandes árboles durante el día y alrededor del fuego por la noche. Los ancianos eran, de alguna manera, “archivos” humanos, los que guardaban el pasado, hasta tal punto que cada vez que un anciano moría, una parte de la herencia del pasado se perdía, como lo expresaba CHEIK ANTA DIOP: “Cuando muere un anciano en África, arde una biblioteca entera.”

El anciano, no pudiendo ya trabajar, era el vigilante y protector de la aldea durante el día. Los padres confiaban en él y le dejaban a sus hijos. En un ambiente espontáneo e informal se transmitía, educación y conocimiento de los valores humanos,  del pasado, un sentido del heroísmo, etc.

Nadie podía dudar de que su presencia fuera preciosa y por eso se les cuidaba bien. A la tarde, cuando los demás regresaban de la selva, recibían todo lo que necesitaban: leña, agua, fruta, pescado, la mejor pieza de la caza y varios platos que las diferentes familias les llevaban para cenar. Así se le atendía hasta el final de su vida, y se deseaba que viviera el mayor tiempo posible. Su presencia protectora se prolongaba después de su muerte, por eso él deseaba que se le enterrara en su aldea de origen, en la selva de sus antepasados, en los cementerios de los clanes, al lado de los suyos, aunque hubiera vivido en otro lugar. La edad media era de 60 años. Morir más joven era siempre un problema en relación con una influencia maléfica donde había que enfrentarse con los “espíritus”. Una de las causas principales de la entrada de la muerte en el clan era la división, la falta de entendimiento. La unidad del clan asegura una vida larga para cada uno. El anciano cuidaba las relaciones interpersonales y promovía la continua reconciliación de los miembros del clan. Con los mismos poderes podía atraer la mala suerte sobre el clan.

La segunda consideración es actual. Todo evoluciona, las condiciones de vida cambian, el mundo se abre a otras realidades.

Actualmente, en ciertos momentos hay como un retroceso unido a un cierto bandidaje sobre todo en los jóvenes delincuentes. Un anciano,  es decir el que tiene cabellos blancos, se le considera como el que tiene la artimaña de utilizar su inteligencia para atraer la muerte de otros miembros de la familia. Está obligado a esconderse durante algunos días después del fallecimiento de un joven del clan, cuando se sospecha que es cómplice de la misma.

Para terminar, un anciano africano o congoleño es un don para la familia, el clan y la aldea. No sólo encarna la sabiduría, las costumbres y los valores humanos, sino también el respeto a toda la creación en general, y a la vida humana en particular.

Marie Pierre Otiba