Familias Espirituales

Durante los últimos meses. Dos acontecimientos han retenido particularmente nuestra atención en Francia: La Sesión de Sacerdotes Asociados de la Sagrada en Martillac, y casi al mismo tiempo en Lourdes, el encuentro que tuvo como tema:

Familias Espirituales: ¿un nuevo rostro de Iglesia? 

Durante los últimos meses. Dos acontecimientos han retenido particularmente nuestra atención en Francia: La Sesión de Sacerdotes Asociados de la Sagrada  en Martillac, y casi al mismo tiempo, en Lourdes, el encuentro que tuvo como tema: Las Familias Espirituales ¿El nuevo rostro de la Iglesia?

Antes de este encuentro, tan importante  para la Iglesia universal, y en particular para la Iglesia de Francia, Mons. Ricard, Arzobispo de Burdeos, vino a Martillac para conocer a los Sacerdotes Asociados que finalizaban su sesión.  Después hizo alusión,  en Lourdes, al impacto que tuvo sobre él esta visita, al dinamismo del grupo y la riqueza de nuestro carisma. ¿Fue una casualidad…? Puede ser, pero quizás sea más bien una invitación  a una toma de conciencia más profunda de la riqueza y actualidad de nuestro carisma para la Iglesia y para el mundo de hoy.

El 19,20,y 21 de octubre Monique Rattier, asociada laica de la Sagrada Familia y Thérèse SEGRETAIN, hermana apostólica, participaron en este reunión de religiosos/laicos organizada por los Superiores Religiosos de Francia en Lourdes. Os transmitimos algunos pasajes de este artículo de Thérèse que se ha publicado en Interrelaciones 22.

Esta primera reunión de religiosos y Laicos Asociados reunió a 1500 personas, unos 400 religiosos y religiosas y 1100 laicos unidos a las diferentes congregaciones.

Mi primera impresión: admiración por la multiplicidad de facetas de este conjunto de familias religiosas. Pañuelos de colores distinguían  las diferentes corrientes espirituales: ignacianos, dominicos, benedictinos, carmelitas, escuela francesa, agustinos…En cada grupo a su vez había una diversidad de maneras de vivir la misma espiritualidad que era difícil reconocerlos.

Esta diversidad,  la experimentamos en los grupos de trabajo por temas: 23 temas diferentes. Cada grupo agrupaba  de 120 a  160 personas. El sábado por la tarde Monique y yo nos encontramos en el grupo que tenía como tema: “Relación con la Iglesia local”, sin embargo por la mañana estábamos una, en el grupo que trataba sobre: “los jóvenes”  y  la otra en el de “Formar en el espíritu de los Fundadores”. Estos grupos se organizaron en torno a tres testimonios  y  después nos subdividimos en grupos de 36 para conocernos más, compartir experiencias e intentar marcar líneas de fuerza comunes.

Dos asambleas plenarias marcaron los tiempos fuertes:

Primero una conferencia: “He aquí que estoy a la puerta y llamo”  pronunciada por Mme. Marie-Jo  Thiel, teóloga de Strasbourg,  recapituló los cambios de la sociedad postmoderna, de un mundo secularizado presa de paradojas y sus consecuencias para la vida eclesial.

La segunda asamblea : “Lo que pone se pone en juego a nivel teológico y celesial”,  fue una mesa redonda coordinada por Michel Kuber, asuncionista y periodista de La Croix, con la participación de Mons. Jean Pierre Ricard, Sor Marie Hélène Martín, miembro  de la Conferencia de Superiores Mayores de Francia, M. Nicolas Joanne, miembro de las Comunidades de Vida Cristiana y el Director del Espacio Bernadette de Nevers.

Durante el intercambio que siguió Mons. Ricard hizo alusión a la asamblea de Sacerdotes  Asociados de la Sagrada Familia de Burdeos subrayando la riqueza del carisma, vivido por las diferentes ramas, su asombro ante el dinamismo que nos llega  de Asia y de África y su alegría al ver que un sacerdote bordolés  se comprometía en ese grupo de “hermanos”. Subrayó el vínculo que se establecía entre la Iglesia jerárquica y la Iglesia asociativa, puesto que el P. Jean Louis Depeaux Sacerdote Asociado de la Sagrada Familia es párroco en la región de Gironde.

En diferentes momentos, Monique y yo hemos compartido nuestros sentimientos. Creo que soy sincera cuando digo que nos hemos sentido orgullosas de pertenecer a la Sagrada Familia de Burdeos, de lo que se vive y se ha  vivido hasta ahora. Hemos experimentado una vez más la fuerza profética del carisma, del espíritu del Fundador, pues por gracia, vivimos, bien o mal, desde hace generaciones lo que hoy brota en Francia por todas partes.

(Para saber más…)

¿Por qué nos sentimos concernidas?

En el siglo XIX el sueño del Fundador de fundar una Familia donde todos los estados de vida pudieran vivir y trabajar juntos en el anuncio del Evangelio era revolucionario para aquella época..

Una Familia
bebiendo de la misma fuente,
regando los mismos campos,
extendiéndose con un mismo espíritu,
dando frutos de fe, justicia, caridad y esperanza”.

Cuando murió el Fundador la Familia contaba con: 2.200 religiosas apostólicas y contemplativas en 223 comunidades; 300 seculares consagradas, 17900 laicos asociados, 773 sacerdotes asociados.
Este proyecto, demasiado avanzado y original sufrió los avatares de la historia. Varias ramas del árbol no dieron fruto durante algún tiempo, pero nunca se perdió la intuición inicial. Hoy nuestra familia está muy viva. “Hoy es el tiempo favorable”…Un encuentro como el que acaba de finalizar, nos invita a esperar y a seguir avanzando
.