Mensaje de Navidad - Hermana Ana María Alcalde, Superiora General

Que esta Navidad, con el Jubileo como telón de fondo, sea un tiempo de renovación, gracia y alegre peregrinación hacia Aquel que es Emmanuel: Dios con nosotros.

Navidad es una invitación a mirar «con los ojos de Dios» para descubrir y redescubrir «que Él ha elegido el camino de la pequeñez para descender en medio de nosotros». (El Papa a los cristianos en Estambul – noviembre 2025).

Este niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre, es el fundamento de nuestra esperanza pues en Él, todas las promesas de Dios se cumplen. Él es el sí de Dios a la humanidad. En Él, Dios nos dice de nuevo que camina con nosotros, que nuestra realidad mundial no le es indiferente y que contamos con Él para continuar dando pasos de transformación, gestando con dolores de parto una humanidad nueva, reconciliada consigo misma y con toda la creación.

Él nos invita a ser actores, no espectadores y a “encargarnos de la realidad” con todos los desafíos y oportunidades que nos ofrece, allí donde estamos en nuestra vida cotidiana.

Por más comercial que estemos haciendo la Navidad, todas las luces, los mensajes, los encuentros… ¿no son la señal de que este Niño del pesebre trae un mensaje de “paz a la humanidad que Dios ama”? La Navidad nos recuerda el Proyecto que Dios tiene para nosotros: Un proyecto de filiación y fraternidad (de Familia), de concordia y de paz, sobre todo para cuidar e integrar a los excluidos.

De cada uno y de todos nosotros depende que este clima navideño permanezca cada día del Año Nuevo.

¡Feliz Navidad! ¡Feliz fiesta de la Sagrada Familia!