Recordando la vida de Paulette

En este 8 de septiembre, fiesta de la Natividad de la Virgen, nos hemos reunido en torno a la Eucaristía, contigo, querida Paulette, para acompañarte con nuestra oración y con la de todas aquellas a quienes representamos.

Recordando la vida de Paulette
– 8 Septiembre 2009 –

En este 8 de septiembre, fiesta de la Natividad de la Virgen, nos hemos reunido en torno a la Eucaristía, contigo, querida Paulette, para acompañarte con nuestra oración y  con la de todas aquellas a quienes representamos.

En primer lugar quiero presentar a las dos hermanas que han  venido de Roma: Mª Carmen Vilardell y Maria Carmen Leach, y dar la palabra a Mª         Carmen Vilardell  que está aquí representando a Margaret Muldoon, nuestra Superiora general, y a su consejo, en nombre de la Familia de Pedro Bienvenido Noailles.

Mª Carmen Vilardell, con sencillez y con emoción comunicó sus sentimientos, diciendo adiós a nuestra hermana. Un adiós cargado de cariño y agradecimiento por todo lo que Paulette ha sido para nosotras y para la Sagrada Familia. Transmitimos algunas palabras de su intervención:

Paulette ha llevado a cabo un gran trabajo de investigación y compartir vivido con un gran cariño al el Fundador y a la Familia, siendo un elemento real de comunión. Nos ha ayudado a conocer mejor nuestra historia, nuestro camino en la Iglesia, y en el mundo de hoy…¡Gracias! Paulette por tu trabajo, por la nota de alegría que ponías en nuestras reuniones festivas, pero sobre todo, por lo que tu vida ha significado para cada una de nosotras: una verdadera hermana que buscaba siempre construir la comunión. ¡Gracias Paulette!

Recordarte, Paulette, es una forma de agradecer y de dar las gracias por tu paso a la Vida en plenitud…es reconocer en ti tu carisma de testigo del amor de Dios…tu amor incondicional por el Buen Padre y por la Sagrada Familia, tu pasión por la Palabra de Dios y por la Iglesia.

Te recordamos y damos gracias  a Diospor los diferentes momentos de tu vida:con los niños como maestra y catequista; con las hermanas como responsable regional;con los Asociados laicos de la Sagrada Familia como animadora; con los sacerdotes y los laicos como responsable de pastoral, teniendo como objetivo la organización de un laicado responsable, tu trabajo antes las diferentes instancias romanas y en  todos los países del mundo donde se encuentran nuestras hermanas, como postuladora de la causa del Fundador…No dejaré de citar las investigaciones  en la vida del Fundador y en la Historia del Instituto que tanto nos  han enriquecido…y últimamente, su estancia como residente en esta casa de Toulon.

Plenamente enraizada en el espíritu de la Sagrada Familia, se que Paulette amaba la vida y que la ha buscado con empeño…quería relacionarse y vivir.

En un correo que me escribió últimamente decía lo que a continuación os transmito: “Me gustaría agradecer a todo el personal   de esta casa y también, a Cristina, a las hermanas de la comunidad, y a todas las hermanas de la Sagrada Familia que me sostienen con el  afecto y con la oración”.

Y feliz en los últimos días sabiendo que el libro de la vida de Amand Noailles se había publicado escribía: “Varias hermanas me han escrito para decirme que han descubierto al Padrecito, esto me hace feliz”.

Estoy segura de que en estos días, la puerta del cielo se ha abierto de par en par y el Buen Padre y el Padrecito la han acogido con bondad: ¡Entra, por fin, Sor Paulette!

Sí,  ella ha entrado plenamente en el corazón de esta  Sagrada Familia, y estoy segura que intercederá por nosotras ante Jesús, María y San José.

Permitid que comparta con vosotras un texto que ella me envió desde Toulon. Es de Rita Bonnat, una de las colaboradoras  del Fundador, trata sobre la mirada de Jesús…Me gusta pensar que Paulette haya  podido percibir esa bondadosa mirada del Señor acompañándola en su peregrinar:

La mirada de Jesús

Cuando mi corazón  abrumado de tristeza
Busca la paz y no la encuentra
Escucho esas palabras de inefable ternura
¿Has entendido la mirada de Jesús?

¡Has comprendido la bondad infinita
De esa mirada impregnada de virtud,
Recordándote el amor y la agonía
De tu Salvador, tu amado Jesús!

Esa dulce mirada, de un apóstol infiel
Ha hecho un santo generoso y confundido;
Y Madalena, otro modelo,
Se convirtió al mirarla Jesús.

Esa dulce mirada debe reavivar mi alma
Darle los bienes que he perdido,
Tesoro del cielo que reclamo al llegar al final,
Permanece sobre mí, dulce mirada de Jesús

Divino Salvador, mi alegría y mi luz,
Mi única dicha y amor de los elegidos,
Quiero amarte y decirte en mi oración:
¡Te he entendido, dulce mirada de Jesús!

(Rita Bonnat – Cuaderno manuscrito – ASF

¡Adios querida Paulette!

- Andrée Gaspard -