RED SAGRADA FAMILIA EN AMERICA LATINA

Los días 25 y 26 de abril tuvo lugar un “hecho histórico” para la Sagrada Familia en este Continente. En Resistencia (Argentina), se reunieron en Asamblea, 46 hermanas, dos de ellas contemplativas, para dar inicio a la Red S. Familia en América Latina. Muchas hermanas y consejos de otros países se unieron a las participantes a través de la cercanía, el afecto y la oración.

RED SAGRADA FAMILIA EN AMERICA LATINA

Los días 25 y 26 de abril tuvo lugar un “hecho histórico” para
la Sagrada Familia en este Continente. En Resistencia (Argentina), se reunieron en Asamblea,  46 hermanas, dos de ellas contemplativas, para dar inicio a
la Red S. Familia en América Latina.  Muchas hermanas y consejos de otros países se unieron a las  participantes a través de la cercanía, el afecto y la oración. Se recordó también a las hermanas ausentes y a las que ya fallecieron, pero que tuvieron raíces profundas en América Latina.  Algunas participantes  nos transmiten los ecos de esta reunión tan importante.

…Al comenzar
la Asamblea , algunos interrogantes surgieron en nuestro interior:

¿Cómo se forma una red?  ¿Cuáles son los sentimientos y deseos que brotan en estos momentos? ¿Qué es lo que nos da vida y por lo que queremos dar gracias? y nosotras mismas fuimos respondiendo:


Se forma una Red: Con actitudes sencillas de amor, perdón, disponibilidad, colaboración, interrelación, corresponsabilidad…….

Ante este acontecimiento brotan sentimientos  encontrados, confianza, alegría y serenidad, esperanza  pero también el desafío de abrirse al conjunto y estar para todas….

Por eso deseamos permanecer en actitud de búsqueda, diálogo y apertura. Esperamos que esta unificación nos ayude a vivir nuestro carisma de Familia poniéndole un rostro latinoamericano. Que el inicio de esta nueva etapa sea vitalizante. Que caminemos desde las bases, sin imposiciones; que todas nos sintamos importantes en este proceso, que no haya exclusiones; que crezcamos cada vez más en identidad y responsabilidad no como miembros aislados sino en comunidad.

Nos da vida La fe en Solo Dios, que conduce a la confianza,  la esperanza en el futuro. Saber que queremos avanzar como Sagrada Familia en América Latina, que no queremos estancarnos. La convicción de que el Espíritu nos empuja a vivir a pesar de las diferencias, es una nueva manera de vivir de Solo Dios

Damos gracias por  la acción de Dios en la historia de
la Sagrada Familia en América durante estos 100 años; por la riqueza de cada país que potencia la misión; por toda
la Familia apostólica que con su vida hace realidad el prologo de las Constituciones; por el trabajo en conjunto y por las relaciones fraternas auténticas; por el trabajo humilde, y los sacrficios y alegrías de muchas hermanas.

Las dos hermanas contemplativas decían: “Hay un Monasterio para América Latina, nosotras estamos insertas en Argentina…Expresamos nuestra presencia en los acontecimientos importantes de
la Familia. Las tenemos presentes en nuestra oración. Nos sentimos muy dentro de esta realidad. 

Un mensaje dirigido por Margaret, Superiora
General, a las Hermanas de
la Sagrada Familia en América Latina expresaba las líneas de base de este encuentro: 
 

“… Hoy comienza un nuevo modo de ser Sagrada Familia en América Latina, 69 hermanas de cuatro países  se reúnen para formar una comunidad, un grupo, una Red. Proceden de muy diferentes culturas y países, con distintas experiencias e historias.  ¿Qué es lo que hace posible esta Red?

No cabe duda de que en primer lugar es, su compromiso de seguir a Jesús en
la Sagrada Familia.
“Nuestra Consagración religiosa testimonia ante el mundo que Dios es el fundamento de toda existencia…y anuncia ya el tiempo en que la humanidad se encontrará unificada en Dios Const. Art. 10)

Nosotras hemos respondido a la llamada de seguir a Jesús y se nos invita a “…no amar, ni buscar, ni querer más que a Sólo Dios en todas las cosas…”  Unida nuestra mirada y nuestros corazones vivimos la misma espiritualidad, que nos da la fortaleza y la inspiración necesarias para caminar juntas en la verdad y en el amor.

En segundo lugar tenemos el compromiso con la misión, la misma misión que une, en el mundo entero a todos los miembros de
la Familia. La misión es nuestro objetivo y razón de ser, nos llama a desterrar las diferencias de nuestro mundo. Nos invita a vivir la unidad en la diversidad. El don de la diversidad y de la comunión, que hay en un grupo como el suyo, es un gran testimonio para el mundo de hoy…”

Al interiorizar estas palabras escuchamos llamadas que nos conducen hacia la interrelación pluriculturalidad, interdependencia. A nuevas relaciones desde una visión reconciliada e integradora; a crecer en el sentido de pertenencia y de responsabilidad como miembro; a asumir la responsabilidad de origen y a difundir la vida con la nueva visión cósmica; a seguir adelante juntas por el camino pascual, paso a paso, día a día…..

Se formularon algunas posibles respuestas  muy concretas y muy centradas en el presente,  que tenían que ver con las relaciones mutuas, la vida comunitaria para la misión,  la nueva visión, el promover la vida y escogerla en lo concreto.

En un ambiente de sencillez y verdad sintiéndonos miembros responsables al servicio de la misión común de comunión fuimos expresando lo que cada una esperaba ofrecer de sí misma para ayudar al conjunto a ir hacia delante como cuerpo Sagrada Familia en América Latina.


La asamblea termino con una Eucaristía donde tuvo lugar la instalación del Consejo de
la Red Sagrada Familia en América Latina. Compartieron
la Eucaristía  Asociados, Contemplativas y Apostólicas allí presentes.